01 CORRECTOR LÍQUIDO CON APLICADOR

Los correctores son productos cosméticos que se utilizan para disimular imperfecciones de la piel, como ojeras, granos, imperfecciones, rojeces o signos de fatiga. Su cobertura puede ser mayor o menor, según su fórmula, y están disponibles en varios formatos, como crema, líquido, barra o lápiz. Están diseñados para cubrir zonas específicas del rostro. Su consistencia suele ser más espesa que la de la base de maquillaje para garantizar una mayor cobertura, pero también existen fórmulas más ligeras para una cobertura más delicada.

Los correctores están disponibles en diferentes colores, cada uno con una función específica:

• Corrector beige/crema: el más común, se utiliza para cubrir imperfecciones como granitos, manchas o rojeces.
• Corrector amarillo/melocotón: perfecto para ocultar las ojeras azules o púrpuras, ya que el amarillo y el melocotón neutralizan los tonos fríos.
• Corrector verde: útil para tapar rojeces o granitos inflamados, ya que el verde contrarresta el rojo.
• Corrector naranja: Indicado para pieles más oscuras o para tapar ojeras muy oscuras, ya que el naranja contrarresta el azul o morado de las ojeras.
• Corrector de Lavanda: Ayuda a neutralizar la piel amarilla o las ojeras, creando una apariencia fresca y luminosa.

Modo de empleo:

• Antes de aplicar el corrector, es importante hidratar la piel, especialmente el área debajo de los ojos, para evitar que el producto se acumule en las líneas finas.
• Para cubrir las ojeras, elige un corrector un tono ligeramente más claro que tu tono de piel. Aplícalo con los dedos, una brocha o una esponja en la zona de debajo de los ojos, formando un triángulo invertido para iluminar la zona. Aplica el producto con suaves toques para difuminarlo.
• Para granitos, imperfecciones o rojeces, elige un corrector que combine con tu tono de piel. Aplica el producto directamente sobre la zona que quieras cubrir y difumínalo bien con los dedos o una brocha pequeña. Si es necesario, aplica una segunda capa para una mayor cobertura.
• Después de aplicar el corrector en las zonas deseadas, difumina el producto por los bordes para evitar líneas visibles. Usa una esponja, una brocha o incluso el dedo para un resultado más natural.
• Para evitar que el corrector se deslice a lo largo del día, puedes fijarlo con un polvo translúcido ligero. Este paso es especialmente útil en la zona debajo de los ojos, donde la piel es más fina y propensa a moverse.
• Si quieres intensificar la cobertura, puedes aplicar otra capa de corrector en las zonas más problemáticas. Sin embargo, es importante no excederse para evitar un efecto recargado.

Consejo:

• Es fundamental elegir el corrector adecuado para el tipo de imperfección que se desea cubrir. Si se usa correctamente, el corrector no solo disimula las imperfecciones, sino que también puede iluminar el rostro y crear una apariencia fresca y descansada.
• Demasiado corrector puede crear un efecto pastoso, especialmente debajo de los ojos. Usa pequeñas cantidades y ve cubriendo el rostro gradualmente.
• El corrector se suele usar después de la base para perfeccionar la piel. Sin embargo, en algunos casos, se puede aplicar primero, si se desea, para un look más natural.

Con el corrector adecuado y una aplicación cuidadosa, puedes lograr un tono de piel más uniforme y una apariencia radiante.